De forma simultánea, los medios de aviación trabajaron en coordinación con las fuerzas en aproximación. La conducción de todas estas actividades se realizó desde el Puesto de Comando para Entornos Multidominio Táctico Móvil, que centralizó la sincronización de tiempos, espacios y fuegos. Este nodo de conducción permitió comprobar en condiciones de combate simulado la integración efectiva de fuerzas mecanizadas, aerotransportadas, especiales y aéreas en un mismo esquema operativo.
La práctica de las conexiones de Lavalle y El Colorado pusieron a prueba la doctrina de reunión de fuerzas, exigiendo a la Fuerza de Despliegue Rápido a operar un entorno de fricción, generando efectos decisivos reales en tiempo y espacio.
Estas actividades no solo reflejan la magnitud del despliegue, sino que permiten validar la aptitud de las tropas en el terreno para ejecutar operaciones modernas en entornos multidominio.