En paralelo a la investigación penal, el Órgano de Control Institucional (OCI) de la Policía del Chaco inició un sumario administrativo y dispuso la suspensión sin goce de haberes de los siete efectivos, por la presunta comisión de faltas gravísimas.
Además, el jefe de la Policía, Fernando Romero, ordenó cambios en la Dirección de Investigaciones: el comisario inspector Rolando Sosa fue separado del cargo y reemplazado por el general Nelson Alvarenga, mientras avanzan las actuaciones judiciales y administrativas.
Romero reconoció el impacto institucional del caso y advirtió que el hecho afecta seriamente la credibilidad de la fuerza. “La Justicia Federal ya no nos va a ver con la misma confianza”, afirmó en declaraciones a Diario Chaco, al tiempo que sostuvo que será necesario “volver a empezar”.